Ruta puerto - 04. Estación marítima. Edificio del reloj - València
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RUTA PUERTO - 04. Estación marítima. Edificio del reloj
En la frontera entre los siglos XIX y XX no existían más líneas regulares de vapores para transporte semanal de viajeros que la de Correos de Baleares. Años más tarde se estableció dos veces por semana la línea Valencia‐Barcelona –diaria ya en 1913– y entre Valencia y Génova y otros puntos del litoral italiano. Finalmente, a partir de 1910 se fijó el itinerario con la costa africana con escalas para América y Filipinas. Esto incrementó la demanda y fue necesaria la construcción de un local para aquellos viajeros y la instalación de los servicios propios de una estación.
Con todo, el programa que debía acoger el nuevo edificio era: 1º) sala de espera, despacho de billetes, facturación de equipajes; 2) Servicio de la Junta de Obras como la explotación de las vías interiores, grúas, depósitos, diques, varadero y remolques; 3) inspección, vigilancia, policía, seguridad y guarda‐muelles; 4) servicios de telegrafía, correos y teléfono; 5) un cuerpo pericial y carabineros.
Para ello, el ingeniero Federico Gómez de Membrillera diseñó un edificio de planta rectangular de 15 x 38 metros que constaba de Planta Baja, Planta Principal y Ático. Desde la fachada contigua al mar se accedía a una sala de reconocimiento de equipajes, conectada al servicio de aduanas y que daba acceso a una gran Sala de Espera capaz de acoger a un mínimo de 150 pasajeros. En el extremo opuesto al mar e incomunicadas del resto, estaba la sala del Jefe de Estación de vías del Puerto y la sala del Jefe de Explotación de los servicios portuarios. La Planta Principal aguardaba los servicios de comunicaciones, las dependencias de Junta de Obras del Puerto, el Archivo de Aduanas y la Inspección de Vigilancia y Seguridad. En la Planta Ático, se establecían las habitaciones para el personal.
El edificio fue construido con muros de fábrica de ladrillo sobre sólidos zócalos de piedra. La estructura general consta de pilares intermedios también de fábrica, sobre los que descansan grandes jácenas en las que se apoyan viguetas laminadas formando un forjado en retícula de bovedillas tabicadas. El singular sistema de cubierta se resolvió con cerchas curvas peraltadas de clara inspiración francesa, como lo prueba la similitud con la estación ferroviaria de Lyon en París. La torre del Reloj, sería muy útil al comercio en general regulando todas las tareas y operaciones en el Puerto. De forma general, el edificio vendría a dignificar la imagen de la ciudad a la altura de las últimas construcciones erigidas en Valencia a raíz de la Exposición Regional.
El edificio sufrió daños importantes durante la Guerra Civil, y ha sido reformado en varias ocasiones, la última de ellas en 1986. En la actualidad se utiliza como sala de exposiciones temporales como la que en 2018 llevaba por nombre “La dársena histórica del puerto de Valencia: progreso y modernidad”.
MARÍTIMA STATION
As the 19th century gave way to the 20th the only regularly operating steamboat line for the weekly transport of passengers was that run by Correos de Baleares. Years later the Valencia-Barcelona line operated twice a week, and daily by 1913, and other routes between Valencia and Genoa and other parts of the Italian coast. Finally, from 1910, a route was scheduled for the African coast with connections for the Americas and the Philippines. This led to an increase in demand and necessitated the construction of a building for travelers and the installation of services typical of a station.
The proposed design for the new station had to include: 1) a waiting room, ticket office and luggage check-in; 2) Board of Works Service, including the use of inland waterways, cranes, stores, dikes, the dry dock and towlines; 3) areas for inspections, surveillance, police, security and the port police; 4) telegraph, postal and telephone services; and 5) areas for customs officers and guards.
To this end, the engineer Federico Gómez de Membrillera designed a 15 x 38 meter-rectangular building which had a ground floor, first floor and attic. In the facade next to the sea there was an entrance to a luggage check-in room, connected to the customs service, and which gave access to a large waiting room capable of housing a minimum of 150 passengers. On the side of the building furthest from the sea, and unconnected to the other rooms, was the office of the Port Routes Station Manager and the office of the Port Services Operations Manager. The ground floor also housed communication services, the offices of the Port Board of Works, the Customs Archive and the offices of the security forces. The attic floor housed rooms for staff.
The building was made with solid brick walls resting on a solid stone base. The general structure was made up of intermediate brick pillars on which large beams rested which in turn held up cast iron joists which supported a two-way slab made of partition concrete blocks. The unique roofing system was made with cambered trusses and was clearly French-inspired as proved by its similarity to that of the Gare de Lyon in Paris. The clock tower would be very useful for trade in general, regulating all the tasks and operations in the Port. Overall, the building would come to elevate the image of the city as much as the buildings constructed in Valencia in the wake of the Regional Exhibition of 1909.
The building was severely damaged during the Civil War and has been refurbished on various occasions, the last time in 1986. Today it is used as a display space for temporary exhibitions such as the 2018 show entitled “The historic dock of the port of Valencia: progress and modernity”.