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El aeropuerto de Manises podría regirse próximamente por una normativa medioambiental, al igual que lo hacen los aeropuertos del Prat, en Barcelona, y Barajas, en Madrid. De aprobarse, Valencia sería la tercera ciudad que contaría con esta normativa.

Hasta el momento, en la capital del Turia se aplicaba una normativa de seguridad que, según la Concejalía de Contaminación Acústica, “es insuficiente para controlar los efectos de la contaminación acústica del tráfico aéreo en la ciudad y su área metropolitana”.

La nueva normativa establece un límite a la altura a la que deben volar los aviones, cuál debe ser su cabecera de entrada y salida, cuándo pueden virar y cuándo no, e incluye un seguimiento radar de las trayectorias de salida y entrada al aeropuerto, así como la medición del nivel acústico producido por cada operación.

La propuesta pasará ahora a manos de la Dirección General de Aviación Civil, para su posible tramitación como Real Decreto.

“Si aprobaran la normativa medioambiental sería un logro para la ciudad, para su entorno y para los vecinos. No obstante, hay que señalar que se han establecido un número de 2.200 pies para la entrada en la ciudad desde la baliza de Pinedo. Todavía no tenemos la certeza de si será suficiente para minimizar el impacto acústico existente en la ciudad pero hemos conseguido que se duplique la altura que había anteriormente”, ha declarado la Concejal de Contaminación Acústica, Lourdes Bernal.

A la posible puesta en marcha de la normativa medioambiental se suman otras medidas que sí han sido confirmadas. La contaminación acústica del aeropuerto y de los aviones que cruzan la capital y su entorno estará controlada por 10 sonómetros instalados por AENA. La empresa Brüel se encargará de su instalación. Empezarán a funcionar a finales de octubre.

De estos 10 monitores, 7 serán fijos y 3 móviles. De los 7 fijos, 2 estarán instalados en el aeropuerto y los 5 restantes en Manises, Quart, Xirivella y Mislata. Por otro lado, los 3 sonómetros móviles funcionarán por rotación en las localidades de Aldaia, Paterna, L’Eliana, San Antonio y Riba-Roja.

La Concejalía de Contaminación Acústica del Ayuntamiento de Valencia está de acuerdo con su instalación. Sin embargo, según ha matizado su responsable, Lourdes Bernal, “albergamos dudas acerca de la rigurosidad de las mediciones porque quienes autorizan a la compañía a realizar todas las operaciones son los propios controladores de AENA”.

Con estas propuestas empiezan a tomar forma algunas de las principales iniciativas para poner freno a la contaminación acústica de los aviones, que padecen los ciudadanos. Hay que recordar que el Ayuntamiento de Valencia abandera desde hace un año estas reivindicaciones.

La Concejal de Contaminación Acústica, Lourdes Bernal, solicita a AENA además que “se tenga en cuenta en la Comisión a la Federación de Vecinos de Valencia y se atiendan sus peticiones”.