Infociudad - SALA HIPÒSTILA - València

El antiguo depósito de aguas construido por Ildefonso Cerdá (quien años más tarde hiciera el ensanche de Barcelona) y Leodegario Marchessaux para el abastecimiento de la ciudad fue inaugurado en 1850 y fue el primero en su género de los que se hicieron en España. Todo él de ladrillo, es una de las más bellas expresiones de arquitectura industrial decimonónica. La sola contemplación de sus arcadas transmite una sensación de serenidad y ritmo que embelesa a la mirada. A la belleza del espacio se le une el hecho de ser un edificio completamente desconocido para todos. Valencia ha recuperado, de golpe y en todo su esplendor, un monumento que ha permanecido enterrado siglo y medio.

El edificio requería un proyecto museográfico a la altura y así ha sido. Se ha estudiado una acertada distribución del espacio con un eje vertebrador que separa la gran sala de exposción permanente del resto de dependencias, y se ha hecho un esfuerzo notorio por disimular la proliferación de pilastras sin enmascararlas ni crear circulaciones laberínticas. El proyecto aprovecha la racionalidad del contenedor para crear un espacio limpio que potencia la estética de las arquerías de ladrillo.

Las calidades estéticas del ladrillo se ven potenciadas por el acabado en maderas nobles de pavimento y los frentes de vitrina, y por una iluminación intimista, diseñada para resaltar los volúmenes y los matices de color y crear un ambiente de instrospección y relax.

El emplazamiento es algo alejado del centro histórico, pero su evidente conexión conel Parque de Cabecera, del que lo separan apenas 100 metros, le devuelve toda su centralidad.

En el complejo del Parque de Cabecera, además del Museo de Historia de Valencia, está previsto instalar el Museo de las Técnicas Hidráulicas, el Museo de la FIFA, el Bioparque y un extenso jardín dedicado a la huerta y al bosque mediterráneo, así como restaurantes, comercios y zonas de aparcamiento. El entorno se configura así como un espacio dedicado al ocio con una sólida oferta cultural y medioambiental, un polo de atracción indudable para el habitante de Valencia o el turista en el extremo opuesto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Actualmente es sede del Museo de Historia de Valencia.